El Tribunal Constitucional, órgano político controlado por el PSOE, modifica su doctrina para permitir que los confinamientos sean avalados mediante el estado de alarma, sin necesidad de recurrir al estado de excepción.
La sentencia es tan descabellada que el ponente ha sido el magistrado Juan Carlos Campo, quien fue ministro de Justicia con el PSOE justamente durante la pandemia. De esta manera, el Gobierno tiene vía libre durante al menos quince días para suspender o restringir hasta el extremo los derechos fundamentales que la Constitución protege, decretando el estado de alarma.